ABRAZAR NUESTRA VULNERABILIDAD
ABRAZAR NUESTRA ESENCIA HUMANA
Zambullirte en ti misma, en ti mismo,
después del verano, sintiendo el calor, el frío, los encuentros, los
desencuentros, la prisa, la plasta, descansando o sin descansar, con sal en los
ojos, con agua, tocando algo que ya viene quemando de más, sintiendo que no sabes
cómo orientar, reconociendo que necesitas,
que necesitamos apoyo… y atreverte, lanzarte a pedir ayuda cuando el hervor
interno ya se hace insufrible, a la vuelta de este verano, que puede ser el
último… porque puede ser el último verano en que viví a medias, negando o
impostando quién realmente soy, tragando malestar y aparentando que todo está
bien, postergándome sin encontrar un sentido a todo lo demás, evitando mis penas,
anestesiándome paRa no sentir el dolor, ocultando mi sentir, temiendo el
rechazo, decepcionado, podrido con el mundo, ocultando un vacío que no quiero
abrazar… Sí, este verano puede ser una oportunidad para iniciar proceso
terapéutico.
Estamos mucha gente acompañando este
movimiento de evolución humana, yo vuelvo a estar disponible después de este
último verano, a través de mi vivencia con este oficio, llamado, vocación tan
antigua y nueva de acompañarnos en el vivir en la Tierra.
Esta es mi invitación a Atreverte a Ser
en relación terapéutica:
ATREVERTE ES
IDENTIFICAR
ATREVERTE ES INTEGRAR
ATREVERTE ES ESTAR
y SER
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