En octubre del año que está andurreando sus últimos meses, empezamos a patear (como el pato pollo con pandereta)
Haciendo gira por las librerías más cercanas y emblemáticas de Sevilla, que son ejemplo de persistencia y apertura. Gracias personas libreras nos reflejáis la libertad de seguir soñando.
Pateando para compartir entusiasmo y sumar energías. Aunque los fríos y el desamparo de éstos tiempos sean difíciles de sostener, hacemos unión. Sumando y generando espacios de cultura, de encuentro, de diálogo que es una de las formas donde siento que podemos ser de utilidad y aportar algo.
Sumar...
Saber que somos una tribu en movimiento,
una sola comunidad llena de muchas personas y animales.
Haciendo que pequeñas y mayores
podamos sentirnos una sola vibración gracias a la música,
a uno de los dones del arte;
sentirnos trascendentes, unidad en algo mayor...
¡Aunque sea una Canción Tonta!
Y es que, siento que somos tontas, reconocibles y reconocidas. Desde ahí celebrar es más liviano, se hace fácil sacudir las imposturas de: "la era de la imagen", "la era de las nuevas tecnologías", "la era del entretenimiento", atravesar esa compleja apariencia y zambullirnos en lo esencial...
¡Estamos de viaje! y...
¡nadie podrá llevarse nada de equipaje!
Y tal vez seamos recuerdos en las vidas de otras, canciones, poemas, calor, trazos de luz... Quién sabe si lo que damos al universo es del universo y retorna haciendo su vuelta cósmica... en mi caso será también cómica, je, je, je... ¡caricato!... porque no concibo mi caminar, mi existencia sin humor; expresión absolutamente impactante de que somos polvo de estrellas.
Y viendo los rostros, reviviendo los sonidos, la complicidad compartida no puedo más que acertar a decir que son un presente, un regalo que vive en el ahora. ¡Auuu!
¡Y que vengan más canciones!
¡Más tonterías!